Queremos agradecerte Dios Padre todo lo vivido y
compartido en este año escolar que finaliza.
Queremos primero darte las gracias por nuestros alumnos.
Queremos darte gracias Dios Bueno, por los chicos y las chicas
que este año ingresaron a nuestro nivel secundario en la Casa de Don Bosco. Gracias
por darnos la oportunidad de encontrarnos con sus personas, con sus historias,
con sus sueños… por ayudarnos a vencer los temores. Te pedimos que acompañes y
no sueltes de tu mano a los que el año que viene no van a estar con nosotros. A
los que egresan: acompañalos en el proceso de crecer y elegir su futura
profesión. A los que tengan que seguir la secundaria en otros colegios, que
siempre tengan un lindo recuerdo de su paso por el Don Bosco.
Queremos darte las gracias por nuestras familias. Gracias
por el esfuerzo que hacemos juntos para que los chicos y chicas no solamente
aprendan cosas, sino que aprendan a ser buenas personas, correctas, éticas,
bienintencionadas y generosas. Sabemos que proponerles ser buenos no es fácil, que muchas cosas nos “tiran para
abajo”, que el mundo nos invita al camino fácil, nos hace creer que el triunfo
es de los cancheros y de los que se animan a pisar a los demás. Pero también
sabemos que por Jesús nos mostraste otro camino y es el que elegimos familia y
escuela.
Gracias Papá Dios por nuestros docentes. A veces en el
cotidiano no nos damos cuenta de sus cualidades, de sus valores. Gracias por
darnos a los profes que todos los días vuelven a empezar con cada chico y cada
chica, trabajando con cada dificultad,
con paciencia y ganas de ayudar a hacer
crecer lo bueno que hay en cada uno y cada una.
Gracias Padre Dios por las personas que nos acompañan
todos los días. Por Marcelo, Jorge y Silvina que nos reciben todos los días
cuando llegamos cansados y dormidos. Gracias por Iris y por Ariel que con
paciencia infinita vuelven a limpiar y ordenar las salas que usamos. Gracias
por el personal de Administración y Secretaría. Gracias por la calidez con que
Patricia y María de los Ángeles nos dan todas las mañanas, todas las veces que hace falta, las tizas y las pelotitas de
metegol. Gracias por los preceptores y por su trabajo de tener al día toda la
documentación que necesitamos y estar cuando otros no están. Te damos las
gracias por todo el esfuerzo por facilitar el aprendizaje que hacen las tutoras y las psicopedagogas, por la compañía
de Laura desde la Biblioteca y Paúl que nos ayudó en esta última parte del año.
Te damos las gracias por habernos dado a los salesianos.
Por el Padre Ismael, por el Padre Miguel que nos dió los buenos días, por Diego
y su acompañamiento. Gracias por los consagrados que nos visitan, nos animan y
alientan, por la visita del Padre Inspector, del Padre Natale, del Padre Néstor
que nos acompañó en las convivencias de polimodal.
Este año en especial queremos agradecerte por el Padre
Daniel. Gracias Padre Dios por estos ocho años en que Daniel estuvo con
nosotros, ocupándose de algo mucho más importante de tener todo ordenado, limpio y lindo:
ayudándonos a ser una verdadera Casa Salesiana. Te pedimos que lo bendigas y
acompañes en su nueva tarea como Vicario Inspectorial.
Sabemos que es así, sabemos que estas con nosotros y que
caminás a nuestro lado, aunque a veces en el cansancio y la oscuridad nos cueste
percibirlo. Gracias por el regalo de la vida, el regalo de estar y crecer
juntos.